Los electrodos transmiten señales cerebrales a una
computadora externa, que las interpreta y controla dispositivos externos.
PEKÍN.- Un equipo de investigadores chinos de la Universidad de Tsinghua y el Hospital Xuanwu de Pekín anunció el éxito del primer ensayo clínico de una interfaz cerebro-computadora (ICC) inalámbrica y mínimamente invasiva, informaron hoy medios locales.
El ensayo, que se llevó a cabo en un paciente con lesión
medular completa, demostró que el sujeto podía manejar guantes
neumáticos mediante la actividad eléctrica cerebral después de 3 meses de
entrenamiento de rehabilitación con la ICC en su hogar, con una
precisión de agarre superior al 90%, según un comunicado publicado este
miércoles por la Universidad de Tsinghua.
La ICC, denominada NEO, consiste en un conjunto de
electrodos que se colocan fuera de la duramadre, la capa exterior de tejido
fuerte que cubre y protege el cerebro y la médula espinal que se encuentra más
cerca del cráneo.
Los electrodos transmiten señales cerebrales a
una computadora externa, que las interpreta y controla dispositivos externos.
Esta innovación, que se alimenta y transmite señales
mediante tecnología inalámbrica de campo cercano, elimina la necesidad de
baterías internas, lo que reduce el riesgo de infección y complicaciones.
El anuncio de los resultados del ensayo llegó apenas unas
horas después de que el multimillonario Elon Musk, propietario de la compañía
Neuralink, publicase un mensaje en la red social X donde afirmaba que la
empresa había implantado con éxito un chip en el cerebro de un humano.
El NEO presenta varias diferencias con el chip
de Neuralink, como la colocación de los electrodos fuera de la duramadre, lo
que lo hace menos invasivo, mientras que el de la empresa estadounidense los
implanta directamente en la corteza cerebral.
A su vez, mientras que el chip de Neuralink requiere
baterías internas, la ICC china se alimenta y transmite señales mediante
tecnología inalámbrica, lo que reduce el riesgo de infección y complicaciones
para la primera, según los investigadores del ensayo.
El mercado mundial de aplicaciones médicas de ICC se estima
entre 40.000 millones y 145.000 millones de dólares en el período 2030-2040,
según un estudio de 2023 de la consultora McKinsey, que lo divide entre
aplicaciones médicas serias, como la rehabilitación de lesiones medulares, y
aplicaciones de consumo, como la mejora del rendimiento cognitivo.
0 Comentarios