Bethania Ortega
Los problemas, la tristeza y la frustración son estados que experimentan todos los seres humanos con regularidad durante su vida; ninguno puede evitar atravesar por estas situaciones pero sí puede elegir la manera en que los enfrentará.
Mantener una actitud positiva puede hacer una gran
diferencia en los resultados que se pueden obtener de una realidad
desafortunada.
Lo primero que hay que aclarar es que tener una buena
actitud ante las dificultades no es sinónimo de estar feliz todo el tiempo o no
darse la libertad de dar rienda suelta a los sentimientos. La idea no es
desconectarse de la realidad, más bien es mantenerse muy consciente de lo que
sucede y luego procurar lograr un equilibrio que permita buscar soluciones y
empezar a trabajar en eso.
Para mantener una buena actitud durante las adversidades:
Vístete con tu mejor ropa, trata de andar lo mejor
presentable, ponte lo que más le gusta, eso te ayudará a sentirte mejor contigo
mismo.
Cuando te abrumen todas las ideas de las cosas que no están
bien contigo mismo o tu vida, detente a hacer una lista de todas las cosas que
sí están marchando bien.
Evita lamentarte, decir palabras negativas o discutir. Si
ofendes a alguien afectado por su malestar, pide disculpas y recuerda no volver
hacerlo.
Busca soluciones, intente una, no te desesperes.
Busca la compañía de personas que te valoren y te hagan
sentir querido, tu familia o amigos, en su cariño encontrarás fuerzas para
continuar.
Recuerda las dificultades que atravesaste en el pasado y
cómo las superaste, las cosas buenas que vinieron como consecuencia y sabrás
que esta vez no será la excepción.
Aprende a Distribuir Mejor tu Tiempo
Si eres de las personas que en vez de trabajar para vivir
hacen todo lo contrario (viven para trabajar), es probable que estés sufriendo
las consecuencias del estrés y que necesites implementar con urgencia un plan
para organizar tu tiempo y poder disfrutar de al menos una hora de tranquilidad
para dedicarte a ti misma y a tu vida personal.
Si deseas que el día tenga más de 24 horas para cumplir con
todas tus tareas, es un síntoma de que algo anda mal con tu horario.
Tal vez la solución para reducir el estrés de tu vida
diaria y enfrentar cada día con más tranquilidad y armonía, es hacer ciertos
ajustes o cambios en el manejo de tu tiempo. Esto implica un proceso que,
aunque no es complicado, tampoco va a pasar de la noche a la mañana.
Lo primero es sentarte a pensar con tranquilidad cuáles de
las actividades que haces durante el día son más importantes y cuáles no. En
pocas palabras: realiza una lista de prioridades y maneja bien tu tiempo.
Ahorra tiempo con las técnicas de GTD (Getting Things
Done), que en español quiere decir «Organízate con eficiencia». En ocasiones
nos vemos abrumados por tantas cosas que debemos hacer, que perdemos mucho
tiempo solamente pensando por dónde comenzar.
Si aun así sientes que el día no te alcanza para hacer los
deberes y tomar tiempo para descansar y/o disfrutar con tus seres queridos, una
buena opción sería dormir menos. Si eres de las personas a las que les gusta
dormir más de 8 horas diarias, trata de acostarte temprano; así descansarás lo
suficiente y aprovecharás las primeras horas de la mañana para realizar tus
deberes. Recuerda que cuanto más temprano inicies tus deberes, más temprano
terminarás y tendrás mayor tiempo libre para ti.
Fuente: https://www.conectate.com.do/
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