Escrito por Nelcy Gonzalez Patino
¿Sabías que la postura de la montaña o la del guerrero II pueden aliviar el dolor de espalda? Descubre cómo la alineación y el uso de accesorios de este estilo de yoga estimula la conexión entre el cuerpo y la mente.
El yoga Iyengar gira en torno a la
alineación correcta de las posturas físicas, conocidas como asanas, ejecutadas
con firmeza y comodidad, las cuales disponen de una geometría específica para
favorecer el equilibrio físico, mental y espiritual. Con la finalidad de
ajustarse a la edad y habilidades de cada practicante, este estilo incluye
el uso de accesorios o props, como bloques, cinturones, mantas,
cojines y sillas. La incorporación de estas herramientas permite realizar
las posiciones corporales con mayor precisión —pero sin forzar el cuerpo—, por
lo que se considera una técnica segura.
Entre los beneficios asociados a su práctica destacan la
reducción del dolor, así como el aumento de la concentración y la flexibilidad.
Si quieres saber de qué trata el yoga Iyengar, continúa la lectura
de este artículo.
¿Qué distingue al yoga Iyengar?
El Hatha yoga es
el predecesor del Iyengar se enfoca en la ejecución de
las asanas y las técnicas de respiracación. Su objetivo es busca el equilibrio
entre la energía más activa (solar) y aquella vinculada a la relajación y al
descanso (lunar) que se encuentran en tu interior.
Esta modalidad toma su nombre de su desarrollador B.K.S.
Iyengar, quien pretendía combinar los conocimientos científicos sobre anatomía
de la década de 1960 con el sistema antiguo de yoga del que era estudioso. De
esta forma, nació un enfoque dirigido a todas las personas, sin
importar su nivel de experiencia.
Este gurú y autor indio escribió el conocido libro Light
on Yoga (1966), donde explica cerca de 200 posturas e indica el modo
adecuado de ejecución. Para que tengas una idea más detallada de este estilo,
considera los siguientes aspectos que lo distinguen de otros tipos de yoga:
- Alineación:
mantener la postura sin exceder tus límites, te permite tomar conciencia
sobre el propio cuerpo y que, a su vez, se alcance del equilibrio de este
con la mente y la respiración.
- Secuenciación:
se refiere al orden en el que se realizan las posturas, con control de la
respiración, durante la sesión de yoga. Se busca garantizar una progresión
estructurada y natural (desde lo simple o lo más avanzado), de acuerdo a
una intencionalidad.
- Duración:
en el yoga Iyengar, las asanas se mantienen por un período de tiempo más
largo, que en otros estilos, como el yoga Vinyasa. De esta
forma, se logra una mayor estabilidad y se puede intensificar la postura.
- Props:
este enfoque estimula la utilización de accesorios, como ladrillos, sillas, cuerdas,
mantas y cinturones, para que los participantes puedan hacer las asanas,
sin riesgo de lesiones.
Beneficios físicos y mentales
El yoga Iyengar es una técnica que te permite gozar de
múltiples beneficios. El abanico abarca desde la mejora de la flexibilidad y el
equilibrio, hasta el aumento de la concentración. A continuación, te
presentamos los más destacados:
1. Mejora la flexibilidad, la fuerza muscular y el
equilibrio
Este tipo de yoga se asocia a una mayor flexibilidad,
equilibrio y movilidad. El tiempo sostenido de ejecución de las asanas hace
posible que el estiramiento de los músculos sea profundo y se desarrolle más
fuerza.
Además, tanto la alineación como los accesorios mejoran la
coordinación y el equilibrio, incluso en adultos mayores. De hecho, un estudio
realizado con personas mayores de 60 años, permitió constatar la eficacia del
yoga Iyengar para mejorar el equilibrio estático y dinámico.
2. Aliviaría el dolor cervical y lumbar crónico
Se cree que este enfoque sería favorable para reducir el dolor de columna,
en particular espalda y cuello, por lo que se perfila como un tratamiento
complementario. Lo anterior se debe a que este tipo de yoga ayuda a disminuir
la tensión en los músculos, vinculada al estrés, y mejora la postura.
3. Contribuye al bienestar mental
La depresión es una creciente preocupación cuando se trata
del cuidado de la salud mental y
emocional. En particular, el yoga Iyengar ha mostrado
una respuesta satisfactoria en cuanto al alivio de los síntomas del trastorno depresivo mayor.
Estos resultados se atribuyen a las posturas, que incluyen
flexiones hacia atrás, porque abren el pecho y facilitan la respiración; así
como las inversiones, que mejoran la circulación y tienen efectos positivos en
el sistema nervioso. Además, la relajación que se logra con la postura del
cadáver y la respiración ujjayi generan
calma a la mente y reducen el estrés.
4. Disminuye la ansiedad y el dolor en mujeres
embarazadas
Este tipo de yoga ha demostrado ser eficaz en la reducción de la ansiedad y el dolor
del parto en mujeres embarazadas primerizas. El
estilo Iyengar provocaría menos actividad en áreas del cerebro
que perciben el dolor, como el sistema sensorial primario contralateral,
orbitofrontal y tálamo. A su vez, incide en que otras permanecen más activas,
como la corteza cingulada anterior y la ínsula anterior, que participan en el
manejo de emociones, como el estrés y la ansiedad.
5. Aumenta la concentración y el enfoque
Mantener las asanas por un período prolongado, el uso de
accesorios y la respiración de forma consciente son acciones que le permiten a
los practicantes desarrollar la concentración y el enfoque. En vista de
esto, estimula la conexión entre el cuerpo y la mente.
Asanas recomendadas
Si deseas iniciarte en la práctica de este estilo de
yoga, es esencial enfocarte en la adecuada ejecución de las asanas o
posturas más básicas y, de forma gradual, avanzar hacia aquellas más
desafiantes.
Fuente: https://mejorconsalud.as.com/
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