Autor: Miguel Cruz Tejada
El investigador aduce que "los
trámites procesales del juicio, fueron legales" y publicó su posición en
un reciente ensayo que tituló "Proceso a Jesús".
Explica el catedrático que previo a la
ejecución de Jesús en la cruz, fue correcta, acorde con lo que se conoce sobre
los criterios jurídicos que prevalecían en esa época.
Ribas Alba, con 25 años investigando el
tema, ha publicado varias obras sobre el proceso judicial a Cristo y ha
dirigido seminarios e incluso, ha sistematizado sus estudios como asignatura de
libre configuración en la
Facultad de Derecho de la Universidad de
Sevilla.
"La ejecución de Jesús en la
cruz, no fue el resultado de una reacción más o menos arbitraria
camuflada con apariencias jurídicas", expone el catedrático español.
"Se debió a un verdadero proceso,
según el derecho de la época", añade.
Sostiene que Jesús fue declarado
culpable con suficientes evidencias, de dos delitos que fueron el de blasfemia
y el de lesa majestad que en ambos casos, eran delitos políticos - religiosos.
"Hubo dos procesos
interconectados, según la aplicación de las leyes vigentes en esa era,
respecto a sendos delitos", afirma Ribas Alba.
Rechaza en su ensayo, la tesis de que
hubo dos procesos diferenciados por lo religioso, lo judío, lo político y lo
romano.
"El aspecto religioso y el
político se mezclaban de una forma difícil de entender, desde el punto de vista
de la mentalidad moderna", precisa el investigador.
Sobre el proceso judió, asegura Ribas
Alba que existieron trámites procesales anteriores al momento de la detención
de Jesús en Getsemaní.
Asegura el catedrático, que el juicio a
Jesús ha sido el más relevante en lña historia del derecho.
El ensayo del profesor Ribas Alba,
divide el proceso judicial contra El Nazareno en dos partes principales: el
perfil basada en fuentes históricas de personajes claves como Caifás, Anás,
Herodes Antipas, Poncio Pilatos y Simón de Cirene y el derecho penal judío,
centrándose en la fase preliminar del encausamiento y porqué el mensaje de
Jesús, llamó muy pronto la atención de las autoridades judías.
Analiza también la dimensión jurídica
de las hostilidades de los escribas contra Jesús y efectúa una revisión de la
normativa penal farisea y seducea.
Aborda en el fondo, la relación entre
el delito romano de lesa majestad con el delito judío de blasfemia.
Los críticos de la crucifixión de
Jesucristo, especialmente los teólogos cristianos del mundo, arguyen por el
contrario que el Nazareno fue ejecutado debido a que esa muerte brutal, fue
parte de su misión como hijo de Dios en la tierra.
Los socialistas por su parte, invocan
el argumento de que Jesucristo, fue ejecutado por la oligarquía judía y el
imperio romano, debido a que era un revolucionario de la época que con sus
mensajes a favor de los pobres, enfrentó el sistema de injusticia y la
corrupción que caracterizaron el ejercicio del imperio y sus aliados judíos.
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