Este amor nace de la expectativa
de que un ser humano colme a otro de satisfacción y felicidad existencial y se
asocia a una relación pasional entre dos personas.
Es un sentimiento relacionado con el afecto y el apego que
produce una serie de emociones, experiencias y actitudes. Luego de la etapa de
enamoramiento en la que prima esa pasión desbordante y en la que están tan
estimulados los circuitos cerebrales del placer, se pasa al conocimiento y
descubrimiento de características en la otra persona, que refuerzan el cariño y
el apego.
Esto da paso al amor estable, produciéndose un vínculo real
con el otro que evoluciona a una relación apacible y segura.
Pasado el estado de euforia y excitación de la fase de enamoramiento, algunas personas creen que ha disminuido el interés por el ser del que se enamoró y puede que les atraiga otra persona.
El peligro está en que usted se dé permiso para poner atención a esta persona nueva y no se dé la oportunidad de permitir que ese amor anterior madure.
Pasado el estado de euforia y excitación de la fase de enamoramiento, algunas personas creen que ha disminuido el interés por el ser del que se enamoró y puede que les atraiga otra persona.
El peligro está en que usted se dé permiso para poner atención a esta persona nueva y no se dé la oportunidad de permitir que ese amor anterior madure.
Por eso, dice Erich Fromm que el amor es decisión, elección y
actitud. Es un arte y como tal una acción voluntaria.
Es el momento de pensar en la responsabilidad y el compromiso
por mantener ese amor, la intimidad emocional y física, acrecentar el vínculo
afectivo y la conexión.
Twitter: @AmalfisDra
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