Desde
tiempos inmemoriales, numerosas culturas han curado a sus enfermos mediante el
canto, el ritmo y el sonido. En la actualidad, la medicina también usa la
música para tratar determinadas afecciones.
La música puede influir en el ritmo de la respiración, en la presión sanguínea, en las contracciones respiratorias y
el nivel hormonal. Por su efecto, el corazón ralentiza su
marcha o bien acelera su ritmo para sincronizarse con ella. En determinadas ocasiones,
también influye en los ritmos eléctricos cerebrales.
Algunas aplicaciones médicas de la
música
§ Cirugía. Los pacientes que
escuchan música antes, durante y tras la operación, experimentan menos dolor y
ansiedad en el período postoperatorio.
También se recuperan antes y necesitan menos fármacos. La música tiene el poder
de bloquear los sonidos que producen angustia y ansiedad. En el quirófano
permite reducir la dosis de calmantes.
§ Alivio del dolor. La ansiedad y la incomodidad
se reducen cuando el paciente alige escuchar música que es de su agrado cuando
tiene que someterse a una prueba médica. Por ejemplo, la música en la consulta
de un dentista potencia los efectos de la anestesia. Se
sabe que reduce la duración en los partos y
alivia el dolor.
§ Cuidados intensivos. Un estudio con bebés
prematuros permitió determinar que aquéllos que escucharon la Canción de cuna de Brahms, aumentaron de peso y
fueron dados de alta antes que los que no fueron tratados con música. En
pacientes con problemas cardiovasculares, se logró reducir el ritmo cardíaco y la presión sanguínea y aumentar
la tolerancia al dolor.
0 Comentarios