Este revés afecta también a los padres
El fracaso es una
experiencia que genera frustración, tristeza y en muchas ocasiones un
sentimiento de impotencia que puede impedir que la persona siga hacia delante
con algunas metas.
Cuando ese fracaso se da en
el escenario escolar de un niño o adolescente que no aprueba un examen, una
materia o hasta el grado, la magnitud de la frustración se incrementa
dependiendo del esfuerzo que la persona haya depositado para una tarea en
particular.
“Se puede experimentar
frustración por no haber realizado el esfuerzo necesario para evitar fracasar.
Sin embargo, el denominado fracaso puede ser utilizado como una señal clara de
que algo anda mal con la persona y más aún si es en lo académico”, señaló la
psicóloga clínica Jennifer Fuentes Pérez.
No obstante, el revés
escolar de los hijos es algo que afecta emocionalmente a los padres, pues ellos
también suelen atravesar diversas emociones como la vergüenza y la decepción.
La psicóloga expresó que estas emociones pueden llevar a los progenitores a
tener diversas reacciones que van desde evaluar negativamente su función como
padres hasta culpabilizar a la escuela o recriminarle al hijo por la
situación.
“Los padres deben de
entender que un hijo que está fracasando una, varias o todas las clases,
definitivamente presenta un problema que amerita ser atendido. Por lo cual, no
se le debe humillar y mucho menos golpear, esto le puede afectar aún más la
autoestima”, dijo Fuentes Pérez, con práctica privada en Servicios Sicológicos
Laguna Gardens en Carolina.
¿Cómo ayudarlos?
Si como muchos otros padres,
vives a diario el sufrimiento de estudiar con tus hijos y al final ellos no
obtienen las notas que esperas, Fuentes Pérez recomendó evaluar la situación e
identificar claramente las razones o motivos, para entonces establecer un plan
de acción.
Además, la experta compartió
algunos consejos que debes tener en cuenta para ayudar al menor a superar lo
que le causa dificultad y evitar la deserción escolar:
1. Toma una actitud proactiva, identifica esta situación como una señal de alerta y
busca soluciones para que no continúe repitiéndose. “Es esencial no
juzgar al menor sin antes haber identificado las razones por las cuales
presentó ese fracaso. Se debe realizar una búsqueda de ayudas necesarias y
remediativas a tiempo”, recomendó Fuentes.
2. Procura mantener una comunicación frecuente y
efectiva con los maestros. Visita periódicamente la escuela para evaluar el progreso académico y
las posibles dificultades de tu hijo.
3. Establece un horario consistente de estudios e identifica un lugar para ello con un ambiente
adecuado, cómodo y libre de distracciones.
4. Si la situación del fracaso te toma por sorpresa porque el menor no comunicó su dificultad en la
escuela, evalúa el flujo de comunicación familiar. Tal vez es momento de revisar
libretas y discutir diariamente las tareas que tiene el menor, aun cuando se
encuentre en grados intermedios o superiores.
5. Descarta cualquier problema de salud. Fuentes Pérez señaló que muchos de los retos de los
niños radican en deficiencias en la salud como condiciones no tratadas o sin
identificar, problemas visuales o auditivos, entre otras.
6. Asegúrate de que tu hijo no atraviesa problemas
emocionales. Es importante identificar si el menor sufre cambios difíciles como el
divorcio de los padres, cambios de vivienda, acoso escolar o la adaptación a
diversas situaciones en el hogar. “Sería adecuado que un experto en salud
mental le ayude a evaluar si el menor presenta dificultades emocionales que se
reflejen en lo académico. Del mismo modo, una evaluación sicométrica y/o
sicoeducativa puede ayudar a identificar problemas de aprendizaje”, sugirió la
sicóloga.
7. Los padres pueden sentir que el fracaso académico
de sus hijos también es de ellos, pero no deben olvidar tener cuidado con las
expresiones que hagan al respecto e intentar controlar sus emociones. “Este
asunto debe ser tratado en el hogar y con la familia encargada del menor
solamente. No se debe se exponer al menor a que toda la familia y amistades de
los padres conozcan de su situación, mucho menos exponerlos en las redes
sociales, ya que esto puede aumentar los sentimientos de vergüenza y baja
autoestima”, recomendó la experta.
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