Ticker

6/recent/ticker-posts

La educaciĆ³n del siglo XXI y las competencias

josemarmolp@gmail.com
No estamos seguros de si los tiempos actuales nos estĆ”n dictando una Ć©poca de cambios o si lo que experimentamos es un cambio de Ć©poca, un tiempo radicalmente nuevo, en el que la aceleraciĆ³n de la modernidad ha roto el velocĆ­metro, lo que se inventa o produce tiene fecha de caducidad y la realidad virtual, de la pantalla plana y lĆ­quida de la simulaciĆ³n en Baudrillard, compite con la realidad vital del monĆ³culo, modificando nuestra nociĆ³n del tiempo y del espacio-porque lo digital ha abolido la distancia-, y arrancĆ”ndonos de cuajo la romĆ”ntica idea de poseer una identidad fija, histĆ³rica y culturalmente heredada, para multiplicar el yo en una voluble cantidad de identidades efĆ­meras, tachadas y reescritas unas sobre otras, que bailan la alocada danza del consumo delirante y de la alienaciĆ³n digital.

Michel Foucault, mediante un estudio genealĆ³gico y arqueolĆ³gico de los discursos que crearon y justificaron, desde el siglo XVII, instituciones como hospitales, cĆ”rceles, manicomios, universidades e industrias (talleres artesanales), explicĆ³ que la idea de escuela que se tuvo hasta mediados del siglo XX estuvo vinculada a la nociĆ³n de instrucciĆ³n u obediencia que se practicĆ³ en la clĆ­nica, la prisiĆ³n del PanĆ³ptico benthamiano o el trabajo.
Desde ese Ć”ngulo de miras, se promovĆ­a en las instituciones educativas un tipo de relaciĆ³n jerĆ”rquica o de ejercicio de poder como saber y de saber como poder, donde el docente asumĆ­a la posiciĆ³n superior, igual que el mĆ©dico frente al paciente, el vigilante invisible frente al prisionero siempre vigilado o el dueƱo del taller frente al trabajador-esclavo, mientras que el estudiante recibĆ­a pasivamente, y como culto a la memoria, los conocimientos o aprendizajes que habrĆ­a de reproducir acrĆ­ticamente.
La inventiva del talento, el desarrollo del pensamiento lĆ³gico y la libertad de crear nuevos conocimientos llevando al lĆ­mite los saberes establecidos quedaban pues conculcados en la enseƱanza del antiguo rĆ©gimen.
En la llamada cuarta revoluciĆ³n o de las transformaciones tecnolĆ³gicas y el giro digital educar a la vieja usanza no tiene sentido. No tenemos frente a nosotros un destino predecible, cierto.
Por el contrario, el pasado moderno nos ha legado la mƔs feroz de las incertidumbres.
Por estas y otras razones, el Ministerio de EducaciĆ³n (Minerd), con la colaboraciĆ³n de entidades fundacionales como EDUCA, Inicia, SM y Greta, entre otras pĆŗblicas y empresas privadas socialmente responsables, estĆ”n llevando a las aulas el nuevo currĆ­culo por competencias, que representa un desafĆ­o pedagĆ³gico para el docente como para el estudiante, volviĆ©ndolos mĆ”s eficaces, dando un mayor sentido y utilidad en la vida individual y social a los aprendizajes y creando los cimientos para un mundo con menor riesgo cĆ³smico y polĆ­tico.
No todos poseemos las mismas habilidades para enseƱar ni para aprender. La nociĆ³n de competencia implica que docente y estudiante piensen, comprendan los problemas y accionen el talento racional y Ć©ticamente para resolverlos, transformando su comunidad. Esto serĆ­a posible mediante tres pilares: saber, saber hacer y saber ser.
El primero apunta hacia la necesidad de comprender los conceptos y desarrollar capacidades crĆ­ticas para conocer el mundo y sus retos actuales.
El segundo nos dirige hacia el desarrollo de habilidades y destrezas cognitivas y prĆ”cticas que ayuden al docente y al alumno a desenvolverse e interactuar con el otro en un entorno econĆ³mico-polĆ­tico y socio-cultural especĆ­fico.
Y el tercero requiere de una formaciĆ³n fundamentada en valores humanos y principios Ć©ticos, para forjar un nuevo individuo, con competencia lingĆ¼Ć­stica y tecnolĆ³gica, autoestima y referentes identitarios que conduzcan a mejorarse a sĆ­ mismo y su mundo.

LlegĆ³ la hora de hacer preguntas, mĆ”s que dar respuestas conocidas.

Publicar un comentario

0 Comentarios