Cuando era pequeño recuerdo esta frase de mi papá: "Compite con el que saca la mejor nota de la clase y gánale". Les confieso que No era fácil. Él me decía esto por la siguiente razón: cuando llegaba a casa con las calificaciones del colegio me preguntaba: ¿por qué son bajas mis calificaciones?... ha lo que respondía: Otros sacaron peores. Entonces después de eso venía la frase: "Compite con el que saca la mejor nota de la clase y gánale. Nunca te compares con los peores".
Esto hacía que no me compare con el montón y me atreva a
pelear por lo mejor. Esto provocaría que me enfocara a Superarme siempre,
porque mi punto de referencia es alto.
Tras narrar esta pequeña anécdota, quiero que entiendas
algo: Si te enfocas en los grandes, lo más seguro llegarás
a ser uno, pero si haces lo contrario, sólo te comparas con los que están en
peores situaciones que tú, te aseguro que nunca verás un avance en tu
vida. Yo he caído en esta trampa para hacerme creer que soy la gran...
Hoy en día acostumbro a ponerme puntos de referencias altos, como el de imitar
a Jesús, ENCONTRANDO competir conmigo mismo para lograrlo.
Tu eres una versión única, tienes manera de hacer las cosas
y de pensar diferente. Jesús dice que haremos hechos mayores que él, nos dice:
"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas" -Mateo
11:29. Aprender de alguien no es que dejarás de ser quien eres, sin embargo,
imitar las cosas buenas de una persona te enseñara a mejorar.
Nunca te compares con mediocres, ya que puedes lograr hacer
lo que te propongas. ¡Cristo te hizo Campeón!
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