Por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa
Puede que al escuchar hablar de diastema dental no estés muy seguro de qué se trata. En este artículo te aclaramos todo lo que tienes que saber sobre la separación excesiva de los dientes.
Diastema dental es
el término que se usa para nombrar la separación excesiva entre las piezas
dentarias. El de los incisivos centrales superiores es el más habitual y
el más visible. También el más conocido, ya que hay muchas celebridades que se
caracterizan por tenerlo y llevarlo con orgullo.
En este artículo te contamos por qué se produce y cómo se
puede solucionar, si es que es necesario hacerlo. Sigue leyendo y entérate más.
¿Qué es el diastema dental?
Como mencionamos, un diastema dental es el espacio
excesivo entre dos o más dientes que están muy separados entre sí. El más
común es entre los incisivos centrales superiores.
Pero puede suceder entre cualquier par de piezas dentarias,
tanto en la dentición temporaria como en la permanente. O sea, en niños y en
adultos.
¿Por qué se produce el diastema dental?
Existen diferentes factores que pueden llevar a la
presencia de un diastema dental. A continuación, enumeramos las causas más
frecuentes:
- Edad: es
habitual encontrar esta característica en los niños pequeños, en la
dentición de leche. La misma suele corregirse de manera natural con el
paso del tiempo, cerrándose con la erupción de las piezas definitivas
- Genética:
es una característica familiar que se pasa de generación en generación.
- Discrepancia
entre el tamaño del hueso y el de los dientes:
un maxilar muy grande o piezas dentarias muy pequeñas pueden ocasionar el
espaciado entre los dientes.
- Ausencia
de alguna pieza dentaria: la falta de alguna
pieza dentaria ocasiona un espacio excesivo con el diente siguiente.
- Presencia
de un diente de más: el denominado mesiodens es un micro
diente supernumerario con forma cónica o de doble cono que se ubica entre
los incisivos centrales o detrás de ellos. Su presencia, incluso si
permanece retenido en el interior del hueso, ocasiona la separación de las
piezas.
- Frenillo
labial muy grande o fibroso: se trata de la membrana
mucosa que se extiende desde la parte interior del labio hacia el tejido
gingival. Cuando es muy grande y fibroso puede insertarse más abajo o
adentro de lo normal y provocar la separación de los incisivos centrales.
- Interposición
lingual: la costumbre de interponer o empujar los
dientes con la lengua puede ocasionar a largo plazo la separación.
- Traumatismo:
un golpe en la boca no tratado de manera oportuna puede llevar al
desplazamiento de los dientes y generar un espacio.
- Alteraciones
de la mordida: problemas de alineación oral, sobre mordida
horizontal y dientes salidos ocasionan diastemas dentales.
Muchas veces, tener un
diastema dental no supone ningún inconveniente grave más que el aspecto
particular que le da a la sonrisa. Esto no significa un problema para algunas
personas. Pero a otros los avergüenza y puede repercutir de manera negativa en
su autoestima y en las relaciones sociales.
De todos modos, existen
algunas consecuencias más que pueden asociarse a la presencia de un diastema
dental. El mayor riesgo de caries y
gingivitis en las piezas dentarias involucradas es un ejemplo. El espacio entre
dientes puede favorecer la acumulación de placa bacteriana y restos de
alimentos. Si no hay una higiene oral adecuada se pueden desarrollar estas
enfermedades.
Los diastemas pueden estar
asociados a problemas de oclusión que afectan la manera de morder de la
persona. Además, existe la posibilidad de padecer síntomas asociados, como
dolores de cabeza, de oído, de mandíbula y de cuello.
Las alteraciones en el habla
son otra de las posibles consecuencias. La pronunciación de ciertos fonemas en
los que intervienen los dientes anteriores puede verse afectada cuando estos
están separados.
¿Qué alternativas existen para
corregirlo?
El primer paso para corregir
un diastema dental es determinar su causa y, en función de ello, planificar el
tratamiento adecuado. El odontólogo será quien guiará al paciente sobre las
alternativas más acordes para cada caso clínico.
Estas son algunas de las
opciones terapéuticas:
- Quedarse
con el diastema: si el paciente se siente a gusto con la estética de
su sonrisa, no está alterada ninguna función de la boca y no hay riesgo de
otras afecciones asociadas, es posible no realizar ninguna intervención.
- Cerrar
el espacio con ortodoncia: con el uso de aparatos
ortodóncicos se movilizan las piezas dentarias
para cerrar el espacio entre los dientes. Se pueden usar brackets convencionales,
estéticos, linguales u ortodoncia invisible.
- Empastes
con resinas: es posible remodelar las
piezas dentarias agregando material estético a base de resinas que cierre el
espacio entre los dientes.
- Carillas
dentales: las carillas de
porcelana pueden ser otra solución. Las mismas se adhieren a la parte
externa de los dientes, dándoles un aspecto más grande, capaz de cerrar el
espacio excesivo.
- Coronas: a
través de la colocación de una corona dentaria es posible dar una nueva
forma y tamaño al diente y así cerrar el espacio excesivo. El diente se
talla para recibirla y la misma se coloca y cementa a modo de un tapón que
cubre por completo la pieza.
- Cirugía: cuando
el origen del diastema dental está en el frenillo labial, a través de un
procedimiento quirúrgico llamado frenectomía se
corta y reposiciona el mismo. Si la causa es la presencia de un mesiodens,
el mismo también debe ser extraído quirúrgicamente. Al realizar estas
intervenciones en niños puede que el espacio se cierre solo. En
adolescentes y adultos, en cambio, el tratamiento se tiene que combinar
con ortodoncia para completar el cierre.
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