Por Agencia
“Green Ocean”, es decir, Océano Verde en español, es el nombre del proyecto nipón que consiste en un invernadero flotante sobre el mar que utiliza el agua salada y pluvial para cultivar una variedad de verduras que podría comenzar a ser una realidad el próximo año, según sus creadores.
Como una forma de paliar los efectos negativos
del aumento del nivel del mar ocasionado por el cambio
climático, la startup japonesa N-Ark presentó el diseño de
un invernadero flotante que resiste la corrosión de la sal y
permite cultivar alimentos con agua salada y lluvia.
“Green Ocean”, es decir, Océano Verde en español, es el
nombre del proyecto nipón que consiste en un invernadero flotante sobre el
mar que utiliza el agua salada y pluvial para cultivar una
variedad de verduras que podría comenzar a ser una realidad el próximo año,
según sus creadores.
El proyecto que recuerda a las chinampas, un método de
cultivo que usaban los mexicas en la época prehispánica para cultivar flores y
verduras sobre los lagos y lagunas del Valle de México está hecho con madera
adelgazada unida por juntas de carbono que garantiza la resistencia a
la sal de mar. Su revestimiento especial ayuda a evitar la corrosión y
aumentar su flotabilidad, además tiene un sistema cíclico que toma agua fría
del mar para controlar la temperatura en su interior.
Aunque el invernadero está destinado a
la producción de alimentos sobre el nivel del mar, en la parte baja se
cultivará algas y otro tipo de plantas que también ayudarán a limpiar y mejorar
el entorno marino.
Explican que el fitoplancton produce nutrición primaria por
fotosíntesis, y a su vez las algas circulan por el ecosistema en mares poco
profundos como marismas, costas rocosas y playas, no obstante, en los últimos
años todo ello ha disminuido a causa del deterioro ambiental, afectando
también a la pesca, por lo que esperan ayudar con el invernadero
flotante a este entorno.
Su techo está diseñado en forma de V para que pueda
canalizar el agua de lluvia de forma eficiente, así el agua recolectada por el
techo se mezcla con la de mar para ajustar su nivel de pH y producir un abono
que ayuda al crecimiento de los cultivos.
N-Ark señala que el método de cultivo a emplearse se
llama “Moisture Control”, es decir, Control de Humedad en español, el cual está
pendiente de patentar. Afirma que el sistema puede sustituir 15 cm de tierra
natural por una fibra especial de 5mm.
La humedad puede ser regulada en dicho sustrato con la
finalidad de cultivar distintos tipos de plantas junto al abono, azúcares y
vitaminas añadidas. Este método a su vez permite usar una décima parte del
agua que se usa de forma convencional, además de que puede aplicarse donde
el líquido vital es escaso.
Cabe recordar que la compañía Red Sea Farms ya
lleva tiempo usando el agua salada del Mar Rojo para cultivar tomates. Aunque
su proceso es similar al de “Green Ocean” tiene sus variantes, como que
utilizan el cultivo hidropónico con una mezcla de 10% de agua dulce por 90% de
salada.
Por su parte, Seawater Greenhouse desde hace
tiempo tiene invernaderos donde cultiva frutas y verduras ubicadas en las
costas de Omán, utilizando un método de desalinización que funciona con energía
solar y utiliza toda el agua que producen en sus cultivos y sistema de control
de temperatura.
Según los pronósticos de los científicos, para el 2100 el
nivel del mar subirá 1.3 metros, alcanzando a llegar hasta los cinco metros
para el 2300 a causa del cambio climático. Ello afectaría a cerca de 770
millones de personas, es decir cerca del 10% de la población mundial.
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