Por Carlos Candelario Veras.
Comenzamos un nuevo año y es preciso el momento para autoevaluarnos, pensar en nosotros mismos y así descubrir que hicimos mal en el año que culminó, que nos faltó lograr y porque no lo logramos. Esto nos permite ser mejor persona. Luego pensamos en lo que queremos lograr en el nuevo año que comienza y nos trazamos las nuevas metas.
Las personas deben tener metas claras y precisas en su vida. Si nos paramos a observar un collar de perlas, nos podemos dar cuenta que este está unido por un hilo, si ese hilo se rompe todas las perlas se desparraman. Así como es este hilo para el collar de perlas, del mismo modo son las metas para nosotros. No podemos dejar que las perlas de nuestras acciones se desparramen por falta de ese hilo que las une.
Las personas que carecen de metas no saben hacia dónde va, no está motivado a actuar, no sabe lo que quiere ni tiene capacidad para tomar decisiones personales. Las metas le dan sentido a nuestra vida.
A la ahora de emprender un proyecto es importante tener: amor, fe, esperanza, optimismo, perseverancia, tolerancia, motivación, serenidad y confianza. Con estos valores es que construimos el verdadero mundo en que vivimos; vigila el tiempo presente para que tu futuro sea feliz, planta semillas de optimismo y de amor para recoger mañana frutos de alegría y felicidad.
Es importante valorarnos, tener fe en nosotros mismos a la hora de emprender un proyecto. Dios habita en nosotros. Por lo tanto, tener fe en si mismo, es tener fe en Dios. él depositó la confianza en nosotros cuando nos entregó las cualidades que poseemos ¿Porqué defraudarlo? somos hijo de Dios, siempre es preferible seguir hacia delante, levantemos la cabeza no estemos tristes, caminemos siempre seguros y no nos desmayemos a pensar en los que hablan mal de nosotros, ellos se quedarán detenidos y no progresarán, en cambio; nosotros sí.
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