Por: Saúl Sánchez Arias.
Te vamos a mostrar los motivos por los cuales puede que
estés subiendo de peso, a pesar de seguir una dieta basada en plantas. Todos
estos errores se pueden corregir.
Es posible que estés subiendo de peso a pesar de plantear una dieta basada en plantas. Algunas personas ponen en marcha una alimentación de este estilo con el objetivo de reducir tallas. Sin embargo, sufren el efecto contrario.
Este fenómeno tiene una explicación que te vamos a
comentar, para que después seas capaz de ajustar la pauta y alcanzar así el
objetivo.
Antes de comenzar, hemos de destacar que las dietas
basadas en plantas no han demostrado ser mejores para la salud que una pauta
variada y flexible. De hecho, necesitan ser suplementadas para evitar
déficits nutricionales que puedan condicionar el funcionamiento de la
fisiología. Por ejemplo, se necesita un aporte extra de vitamina B12.
Por esto subes de peso con una dieta basada en
plantas
A continuación vamos a exponer las principales razones por
las que estás subiendo de peso con una dieta basada en plantas. El
problema viene dado por pequeños errores que se acumulan. El motivo no
está solo en la alimentación, sino también en los hábitos de vida.
1. Consumes demasiada energía
A partir de una dieta basada en plantas se puede generar
también un marco hipercalórico que promueva ganancia de peso graso. Y es que si
se consumen más calorías de las que se gastan de manera diaria, se
terminará acumulando tejido adiposo subcutáneo. Por este motivo, conviene
ajustar el equilibrio energético.
Hay que tener en cuenta que muchas veces, esta clase de
dietas contienen en su espectro una multitud de salsas para mejorar las
características organolépticas de los platos. Estos condimentos se elaboran a
partir de lípidos, por lo que cuentan con un alto aporte energético.
No solo hay que consumir con moderación las salsas, sino
que hay que evitar las de tipo industrial. Pueden concentrar en su
interior ácidos grasos de tipo trans, elementos que han demostrado favorecer
la inflamación y el desarrollo de patologías metabólicas.
2. Incluyes muchos procesados
En la dieta basada en plantas es frecuente que se incluyan
alimentos procesados que actúan como sustitutos de la
carne. Estos no siempre tienen buena calidad. Pueden aportar
azúcares y una serie de aditivos artificiales que impactan negativamente sobre
la microbiota.
De hecho, el consumo regular de azúcar lleva a la
resistencia a la insulina, siendo este uno de los pasos previos a la diabetes.
Así lo indica una investigación publicada en la revista Critical Reviews
in Clinical Laboratory Sciences. Cuando esta condición se
desarrolla, se vuelve mucho más difícil perder peso.
A la hora de garantizar un buen consumo proteico es mejor opción combinar diversos
tipos de alimentos vegetales naturales y frescos que recurrir a los
sustitutos de la carne. Se pueden encontrar algunos de buena calidad, pero
habrá que leer con atención los etiquetados.
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3. No entrenas fuerza
Modificar y optimizar la dieta está muy bien cuando el
objetivo es gozar de un buen estado de salud y experimentar mejoras en cuanto a
composición corporal. Sin embargo, esto no es suficiente.
Hay que mantener una serie de hábitos en el tiempo para
lograr resultados notorios. La práctica de ejercicio físico es
indispensable.
De hecho, hay que poner el foco en el trabajo de fuerza
muscular, ya que así se incrementa el gasto energético en reposo. Un estudio
publicado en la revista Medicine and Science in Sports and Exercise lo
certifica
Durante muchos años se especuló con la posibilidad
de incrementar el entreno de cardio para lograr quemar
grasa de manera eficiente. Sin embargo, en la actualidad se apuesta
por darle prioridad a la fuerza, en combinación también con algún tipo de
esfuerzo aeróbico.
No descuides las razones por las que estás
subiendo de peso con una dieta basada en plantas
Existen una serie de razones por las que estás subiendo de
peso, a pesar de plantear una dieta basada en plantas. Ten en cuenta que
mantener un buen estado de composición corporal es determinante.
Muchas veces no solo alcanza con dieta y
ejercicio. El problema puede ser más complejo de lo que parece. Por
ejemplo, alteraciones en la microbiota intestinal afectan la digestión.
Consulta con un profesional de la nutrición si tienes dudas.
Fuente: https://mejorconsalud.as.com/
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