Se estima que entre el 1 y el 5%
de la población mundial sufre de un trastorno alimentario que pocas personas
saben que existe.
Conocido como trastorno de ingesta restrictiva de alimentos
por evitación (también trastorno de alimentación selectiva o síndrome del
comedor selectivo o arfid por
su abreviatura en inglés), la condición es una forma extrema de alimentación restrictiva que, si no se
controla, puede tener un impacto severo en la vida y la salud de una persona.
A pesar de lo grave que es este desorden todavía sabemos
muy poco sobre sus causas, lo que dificulta el desarrollo de tratamientos
efectivos.
Pero en el primer estudio de gemelos jamás realizado de
Arfid, nuestro equipo ahora ha revelado que los factores genéticos juegan un papel importante en su
desarrollo.
Esta investigación nos acerca un paso más a la comprensión
de las causas del arfid y, con suerte, a encontrar algún día mejores formas de
tratar la condición.
Pero en comparación con las personas con otros trastornos
alimentarios, como la anorexia nerviosa, esta restricción de alimentos no está impulsada por la insatisfacción
corporal o el deseo de perder peso.
En cambio, las personas pueden restringir los alimentos que
comen debido a la aversión
sensorial a ciertos sabores, olores y texturas, falta de apetito, así como
experiencias traumáticas al comer, como atragantarse con la comida y miedo al
dolor gastrointestinal.
Esta restricción es tan extrema que conduce a la pérdida de peso, deficiencias de vitaminas y minerales,
y puede afectar la vida diaria de una persona.
Arfid afecta tanto a hombres como a mujeres, mientras que
otros trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa,
ocurren con mayor frecuencia en niñas y mujeres.
Además, a diferencia de otros trastornos alimentarios, el
arfid generalmente se desarrolla en la primera infancia.
Gemelos y genética
Sabemos que otros trastornos alimentarios están
influenciados por la genética de una persona (desde en forma moderada hasta
alta). Por lo tanto, es muy probable que los factores genéticos también puedan
explicar en parte por qué algunas personas desarrollan arfid y otras no.
Los estudios con gemelos permiten analizar la heredabilidad
de una condición o trastorno.
Queríamos averiguar hasta qué punto eso es así, y
analizamos algo llamado «heredabilidad», un concepto complejo que mide la
proporción en la que las diferencias en las características de las personas se
explican por las diferencias en sus genes.
Para estimar la heredabilidad de cualquier característica
podemos utilizar el método de gemelos. Esto aprovecha el hecho de que los
gemelos idénticos comparten todos sus genes, mientras que los gemelos no
idénticos, en promedio, comparten el 50% de los genes que diferencian a las personas
entre sí.
Además, como los gemelos crecen en el mismo entorno
exactamente al mismo tiempo, podemos descartar que las influencias de este
entorno compartido provoquen diferencias entre ellos (como podría ocurrir con
hermanos normales de diferentes edades).
Luego comparamos la similitud de cierta característica
entre gemelos idénticos con su similitud entre gemelos no idénticos. El grado
en que los gemelos idénticos son más parecidos nos da una estimación de la
heredabilidad de esta característica.
Para estimar la heredabilidad del arfid comenzamos
analizando los datos del Registro Sueco de Gemelos, que ha rastreado la salud
de poco menos de 34 000 gemelos. Primero, combinamos datos de cuestionarios
para padres y diagnósticos clínicos registrados para identificar a los niños
con arfid.
Luego aplicamos el método de gemelos y descubrimos que
la heredabilidad delarfid
es del 70-85%. Esto significa que si los niños tenían arfid o
no, entre un 70 y un 85% se explicaba por diferencias en sus genes.
Esto coloca al arfid entre los trastornos mentales más hereditarios. En comparación, se estima
que la heredabilidad del autismo es del 79 al 84% y la del TDAH (trastorno por
déficit de atención e hiperactividad) es del 76 al 89%.
El arfid generalmente se desarrolla en la primera infancia.
Además, la heredabilidad del arfid es mayor que la de la
anorexia nerviosa (48-74%), la bulimia nerviosa (55-61%) y el trastorno por
atracón (39-57%), lo que sugiere que podría ser el trastorno alimentario más
hereditario.
Esperanza para los tratamientos
Hallazgos como este pueden ayudar a reducir el estigma y la culpa en
torno a los trastornos mentales como el arfid y otros trastornos alimentarios.
Una persona no elige desarrollar arfid y, de manera similar, un padre no hace
que su hijo lo desarrolle.
Sin embargo, el hecho de que la heredabilidad del arfid sea
inferior al 100% también muestra que no son solo los genes los que hacen que
alguien sea propenso a desarrollar el trastorno.
Actualmente se están desarrollando tratamientos para el arfid utilizando terapia cognitiva conductual y terapia familiar.
Otros factores, como atragantarse mucho con los alimentos o reacciones alérgicas graves, pueden desencadenar el desarrollo de este trastorno alimentario.
Nuestros hallazgos también sugieren que los estudios
genéticos tienen un enorme potencial para ayudarnos a comprender las causas del
arfid. Esto es lo que intentará hacer nuestro próximo estudio.
En este momento, se están desarrollando tratamientos para
el arfid utilizando terapia
cognitiva conductual y terapia familiar. Sin embargo, estos métodos
generalmente se enfocan en los síntomas, en lugar de las causas subyacentes del
trastorno alimentario.
Tampoco sabemos qué tan bien funcionan estos tratamientos.
Pero una mejor comprensión de las causas del trastorno de alimentación
selectiva, incluida su biología subyacente, nos ayudará a desarrollar mejores
tratamientos.
*Lisa Dinkler es investigadora de posdoctorado
en epidemiología psiquiátrica Postdoctoral Researcher in Psychiatric
Epidemiology, Instituto Karolinska.
*Este artículo fue publicado en The
Conversation y reproducido bajo la licencia Creative Commons.
0 Comentarios