La sociedad del silencio

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Escrito por: Padre Rogelio Cruz (progeliocruz@hotmail.com)

Si la gente desea una sociedad mejor, un mundo nuevo, no solamente basta con decir que se desea vivir como hermanos y construir un mundo fraterno. Es preciso luchar, esforzarse por transformar la errada organización de la sociedad, arrancar el mal presente en el mundo. Y eso sólo se consigue a través de una acción política. Es una transformación que va de abajo hacia arriba, son los pequeños los que han de conquistarla, porque los grandes no desean cambios algunos, para ellos las cosas está bien tal como están.

El pobre, el pequeño, el excluido dice:"Si Dios quiere esto tiene que cambiar" y debe ser así. En cambio los poderosos, los de arriba dicen:"Si Dios quiere todo seguirá igual" y eso no es posible en los momentos actuales, pues las cosas no están bien y ciertamente tienen que producirse los cambios necesarios que nos lleven por un destino totalmente diferente al que estamos viviendo en los momentos actuales

Ahora bien, las cosas sólo habrán de cambiar cuando los pobres, los pequeños ejerzan presión desde abajo, cuando seamos capaces de dejar a un lado el miedo, cuando no vendamos nuestra conciencia por 200 pesos y una botella de ron, cuando podamos entender esa expresión de que el pueblo es soberano, de que sólo el pueblo salva al pueblo, ¿Y cuándo será eso?

Nos han silenciado, han logrado callar la voz de este pueblo, nos han robado toda iniciativa, nos han adormecido, no vemos alguna posibilidad de reacción, solo nos queda la resonancia en lo más profundo de nuestro ser de que:"Algo tiene que pasar", que algo tendrá que hacer reaccionar este pueblo.

Hoy es más necesaria que nunca que apliquemos la frase que le dijo Jesús a Lázaro:"levántate y desátenlo para que pueda andar", o al joven de Naín: Levántate y anda".